Tu pasión es tu causa.Tu pasión es lo que te hace levantar con ánimo cada mañana.Tu pasión es lo que alimenta tu entusiasmo y te ayuda a sobreponerte a la rutina.

Tu pasión es ese fuego interno que te despierta de noche y ocupa la mayor parte de tu pensamiento.

Tu pasión es lo que te distingue de los demás.

Tu pasión es tu llamado.

Tu pasión es lo que te da las fuerzas para sobreponerte a cada fracaso.

Tu pasión es lo que brinda la seguridad de que no puedes irte de este mundo porque todavía tienes algo que hacer. Hay algo pendiente que te queda por lograr en esta vida.

Tu pasión es la camiseta que llevas puesta. Los valores que te identifican. ¿Ya sabes cuál es tu pasión, querido amigo? ¿Ya has encontrado y puedes identificar claramente en tu vida esa pasión de la que te estoy hablando? Si todavía no la haz descubierto, comienza a buscar cual es, porque te aseguro que será la gasolina que te lleve a tu realización interna.

Alguien apasionado no se deja vencer fácilmente.

Alguien apasionado es lo suficiente persistente como para intentarlo otra vez.

Alguien apasionado tiene metas que le dan una razón poderosa por la cual vivir.

Alguien apasionado no tiene tiempo para deprimirse.

Alguien apasionado no se distrae con trivialidades.

Alguien apasionado no puede darse el lujo de quedarse en el pasado.

Ruego a Dios que puedas descubrir la razón poderosa por la cual él te ha puesto en esta tierra, y que te dé la fuerza y el valor para desarrollar tu pasión al máximo.

Hechos 20:24 “ Sin embargo, considero que mi vida carece de valor para mí mismo, con tal de que termine mi carrera y lleve a cabo el servicio que me ha encomendado el Señor Jesús, que es el de dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.” Extraído del libro “Chicas, tus sueños, tu identidad y tu mundo.”