En lo particular me encantan las redes sociales. Es extraordinario poder comunicarnos con gente que hacía años que no veíamos y habíamos prácticamente perdido el contacto. Poder chatear o hacer video conferencias con la familia que está a miles de kilómetros es una ventaja increíble de estos tiempos. Conocer a los hijos de mis amigas que hace tanto que no veo por la “magia” de la imagen que viaja a velocidades impresionantes, es realmente sorprendente. ¡Compartir con las abuelas de mis hijos los videos de sus actividades es impagable!
Siempre que la intención sea buena no veo nada malo en utilizar el Internet a nuestro favor. Creo que el problema viene cuando nos desbalanceamos, ya sea en el tiempo que pasamos navegando en la red, o en la razón por la que lo estamos haciendo.
Amiga, cuando notas que pasas demasiado tiempo sentada frente a una computadora y este hábito te domina, es hora de hacer cambios y tomar decisiones.
Si te pasas las horas chateando, visitando redes sociales o haciendo video conferencias, obviamente le estás robando tiempo de tu rutina a otras actividades que tienes que hacer. El punto es que tengas la madurez de dominar la situación y no que esta te domine a ti.
Lo mismo con las razones que te hacen sentarte frente a una computadora. ¿Tiendes a navegar horas en la red sin un objetivo claro? Si es así, es el momento de hacer cambios de hábitos y de establecer nuevamente tus prioridades. Hoy en día el Internet nos da acceso a información que se encuentra a distancia de un “click”. Otra vez, es nuestra responsabilidad qué leemos, a qué sitios entramos y qué ponemos frente a nuestros ojos.
¡Cuídate de con quién chateas! Recuerda que desgraciadamente en este mundo también hay gente mala que está buscando destruirte. Por favor, no hables con extraños ni divulgues tu información personal con gente que no es de tu plena confianza. Hay redes de abusadores que solo pretenden seducirte, quizás citarte en algún lugar y aprovecharse de ti. Corta todo tipo de comunicación con hombres o mujeres que te hagan preguntas de índole sexual, aunque creas que son tus “amigos”. Cualquier persona que no respete tu privacidad no te conviene.